Luces i sombras, texturas, misterio, historia.
Todo se detuvo un día en Canfranc estación, dejaron de existir de la noche a la mañana, los últimos trenes llegaron a una vía herida de muerte, por un accidente de tren en la parte francesa. Se terminaron los trenes y con ellos la vida en la estación.
Todo quedo quieto, intacto, latente, en demora.......
La estación y sus andenes se convirtieron en presa del abandono, del expolio y la ira.
Curiosa respuesta la de algunos, que encuentran en los despojos la inercia para desollar los restos de lo que nadie reclama. La destrucción de la estación ha llegado a extremos letales, a muchas dependencias solo les queda el cielo por techumbre, y otros han dejado la raspa, como si de escualos se tratara. Fruto de esa transformación, se le ofrece al fotógrafo la posibilidad de explorar otras maneras de poder expresarse.
M'encanta la cinquena, sembla que puguis tocar la habitació de darrera el mur.
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